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Bella por dentro y por fuera (Parte II)

Y aquí estoy con la segunda parte de este post.


¿Os gustó la primera? Quizá esperabais una descripción de recomendaciones magistrales para estar “estupendas” en todos los sentidos y os habéis encontrado con mis vivencias personales. Espero que no haya sido un chasco. Ya sabéis que mi blog se basa en mis experiencias, sentimientos, espacios y personas que me aportan energía y felicidad. A través de él quiero que me conozcáis un poco más y que también vosotros, con algunas de mis recomendaciones, podáis disfrutar tanto como yo lo hago.




Como recordaréis, en la primera parte hablamos sobre el deporte y cómo éste era uno de los puntos imprescindibles para hacerme sentir bella. Sigamos con el resto.


Buena alimentación

En esto soy un absoluto desastre. Me sé la teoría perfectamente, pero lo de ponerla en práctica se me da muy, muy mal. Todos conocemos la recomendación de hacer cinco comidas diarias, llevar una alimentación variada (verdura, legumbres, carne, pescado, fruta…), beber mucha agua y poco alcohol.


En mi caso todo esto se traduce en saltarme la mayoría de las comidas porque por H o por B no tengo tiempo. Además, para mí la comida es más importante como acto social, y en esos momentos sí que disfruto de verdad. Yendo aquí y allá, descubriendo un restaurante nuevo, saber en qué es experto cada sitio.



De ahí que muchos de mis post estén relacionados con la gastronomía. Sí, lo sé, parece una contradicción pero en realidad no lo es. Básicamente lo resumiría en: comer en casa y por el solo hecho de alimentarse no me aporta demasiado, comer fuera y descubrir nuevos sitios y sensaciones culiarias diferentes…es lo más.

Beber mucha agua, esto sí que lo hago. Dos litros como mínimo, que parece ser que vienen muy bien para la retención de líquidos y el riñón te lo agradece.


Beber poco alcohol, y ¿qué puedo decir? Que la cerveza me encanta, y que compartirla con amigos mientras estás charlando y echándote unas risas, es un verdadero placer. ¿Quién no disfruta de una bien fría sentado en una terraza? Además, a mi favor diré que es muy recomendada para los deportista (sí, vale, para los que no lo son también).




Descanso

Aunque lo ideal son ocho horas, yo diariamente no suelo dormir más de seis, pero en mi caso, y sinceramente, creo que en el de la mayoría de la gente, es mucho más importante la calidad de las horas que duermes, que no la cantidad. No sé si sabéis a qué me refiero. Es esa sensación que tiene uno cuando se acuesta y al sonar el despertador parece que han pasado cinco minutos y en realidad ha sido toda una noche.


Aunque a decir verdad, debido a mi trabajo, lo de dormir un mínimo de horas tampoco lo cumplo a rajatabla, llegando en algunas ocasiones a pasar 24 horas seguidas al pie del cañón. Pero tú, si puedes evitarlo, y a menos que sean necesidades del guion, no lo hagas. No solo se resiente tu cuerpo, sino también tu cara marcándose las tan temidas líneas de expresión (vamos, las arrugas de toda la vida). Eso sin mentar el agotamiento físico y en algunas ocasiones hasta el mal humor.


Cremitas y placeres varios

Soy de las personas que podría pasarse horas en una perfumería viendo los cosméticos, y si pudiera, me los llevaría todos y cada uno de ellos, porque además, soy de las que tiene fe, mucha fe, y se lo cree todo. Si el slogan dice “Resultados científicamente probados…”, será verdad, ¿o no?

Anda que no se ríen mis amigas de mí, cuando les cuento la cantidad de cremas y potingues que me echo al día. Empezamos por la mañana con la hidratante corporal, la reafirmante, la nutritiva para el rostro, la antiarrugas y contorno de ojos y la de protección solar. Y eso sin contar el cuidado especial para el cabello, ya sabéis lo importante que es para #SigueElRizo: champú especial, mascarilla y serum reparador para las puntas. Y al finalizar el día, crema de manos, de pies y nocturna para la cara.

La verdad es que ahora que estoy haciendo recuento no me extraña que mis amigas se rían de mí. Pero la realidad es que me encantan todos estos rituales de belleza.


Y luego están esas cosas que no sabría muy bien dónde encuadrar, pero que sí que estoy segura que me aportan belleza interior y exterior. Hablo de mi sesión semanal de fisioterapia en Amios, (esto tendría que estar incluso prescrito por la seguridad social);



de mi cita de una hora y media a la semana, en Bikram Yoga, para juntar cuerpo y alma; esos cafés con las amigas en los que escuchas y te escuchan, donde te sientes querida y quieres;



la lectura de libros; y como no, casi se me pasa…viajar. Conocer otros sitios, otras culturas, otras personas y su idiosincrasia, enriquecerte con esas ciudades y su gente.




He dejado para el final el más importante de los ingredientes para estar bella por dentro y por fuera: SER FELIZ. Ser feliz con lo que haces, y hacer felices a los demás. Disfrutar de cada momento y ser consciente de los regalos que te da la vida cada día. ¡¡Qué cierto es eso de que la cara es el espejo del alma!! Deseo que tu alma sea preciosa, para que así también lo sea tu cara. Cuídate, permítete tus pequeños lujos, mímate y sé consciente de tu cuerpo y de tu mente.


Fotos de SigueElRizo

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