top of page

Trekking por Ladakh y ascensión al Stok Kangri (Parte II)

¿Dónde me había quedado? Ah, sí


…CONTINUARÁ…


Sexto día: Stok- Mankarmo

El resto de los días que nos separan desde aquí a la ascensión del Stok Kangri iremos acompañados además de por Tashi, por Anchuk.


Hemos salido en dirección a Mankarmo. Una jornada tranquilita con sus subidas y bajadas. Esta zona pertenece al valle del Markha. Las rocas de las montañas son de color verdoso y las cimas terminan en formas puntiagudas, lo que le confiere al paisaje un aire al oeste americano, pero a gran escala.



Acabo de darme cuenta que únicamente he mencionado a un nuevo miembro en la expedición, Anchuk, pero en realidad hay otro, un perrillo callejero que nos va siguiendo todo el tiempo: valle arriba, valle abajo, montaña arriba, montaña abajo. Le hemos bautizado con el nombre de Pancho.


Después de cinco horas llegamos al final de nuestra jornada. Ya queda menos para alcanzar nuestro ansiado objetivo.



Séptimo día: Mankarmo- Campo Base

La caminata de hoy ha sido muy corta (aproximadamente dos horas y media). Pero oh, oh…durante el camino ha empezado a empeorar el tiempo y no hemos visto el sol ni por asomo.


A nuestra llegada al Campo Base ha comenzado a nevar. ¿Nevar? No puede estar sucediendo esto!!!! No me lo puedo creer!!!!



Octavo día: Campo Base

Estamos a 4.968m y nos encontramos muy bien físicamente.


Estamos rodeados de niebla por todas partes, hace mucho frío, llueve, nieva…es un paisaje triste que nada tiene que ver con lo que hemos estado viviendo estos días, y para nuestra desgracia, la cima del Stok Kangri ni se intuye.


“El día es descorazonador: a veces llueve, a veces nieva, a veces graniza y casi siempre hay niebla.”



Creo que todos tenemos miedo de no poder visitar la cima del que ha empezado a ser nuestro amigo desde el día que aterrizamos en Leh, pero ninguno de nosotros lo verbaliza. Supongo que oírlo sería aún peor.


“Estoy rezando, implorando a todos los santos que conozco para que mañana podamos hacer realidad nuestro pequeño sueño, o al menos el mío. Es increíble. Hemos visto al Stok Kangri casi a diario con buen tiempo, sin nubes y ahora que ha llegado el momento de tocarlo nos pasa esto, ¿por qué? ¿Acaso no somos merecedores de su belleza? No creo que sea esto porque siempre le hemos tratado con respeto y admiración. Supongo que simplemente la montaña es caprichosa y esta vez nos ha tocado a nosotros.”


Ya tenemos todo preparado para que cuando nos despierten a la una de la madrugada salgamos en busca de la cima.

Noveno día: DESILUSIÓN (con mayúsculas)

Ha estado toda la noche lloviendo y nevando, así que como ya os podéis imaginar, no hemos salido en dirección a la cima del Stok Kangri. Era imposible. Las condiciones meteorológicas eran malas, muy malas, y la ascensión hubiera sido muy peligrosa.



Convocamos reunión de emergencia para decidir qué hacer. Las predicciones sobre el tiempo son malas porque las nubes, la lluvia y la nieve, vienen desde Leh.


Toda la gente que está en el Campo Base se va, y nosotros también.


“Estoy triste y enfadada, y al mismo tiempo desilusionada y decepcionada. Volvemos a Stok. Hemos tomado esta decisión, dura desde luego, pero la más sensata”.


Ya en Stok, el tiempo sigue empeorando.


Ha sido un día duro. No físicamente, sino mentalmente…una vez más la montaña ha vencido al hombre y nos ha enseñado una lección.


Nuestro trekking ha finalizado, sin alcanzar el objetivo ansiado pero con grandes experiencias, esfuerzo y la satisfacción de haber puesto toda la carne en el asador.



Ahora toca hacer algo de turismo (propiamente dicho).


Nuestra primera parada es en Pangong Lake. El 20% de este lago pertenece a la India y el 80% a China.



Es de un azul abrumador y rodeado de montañas por todas partes, y las más lejanas incluso con nieve.



Y desde aquí, vuelta a Leh donde cogemos un vuelo con destino a Nueva Delhi. Como no podía ser de otra forma, visitamos el Taj Mahal y el Fuerte Rojo.



Es en esos momentos en los que te quedas con la boca abierta porque esa imagen que habías visto tan a menudo en los libros, es ahora real, y yo estoy allí, en el abrumador mausoleo.




Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Bueno, realmente no, porque todavía quedan las horas en avión de vuelta a casa, pero esa parte es muy aburrida para contarla aquí.


Miguel Delibes dijo: “Los hombres se hacen, las montañas están hechas ya”. Nosotros en este viaje nos hicimos un poco más hombres y aprendimos a respetar aún más a las montañas.


Fotos: SigueElRizo

Entradas relacionadas

Ver todo
bottom of page