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BAR MARTÍN, DE PADRE MARTÍN Y ABUELO MARTÍN

El bar del Retiro donde tomar la "primera".


El típico plan con amigos y niños. Dos meses para cuadrar a todos, ¿os suena? Por fin conseguimos cerrar un sábado.


- Hola Diego. No se os olvide que este “finde” hemos quedado.

- Sí, vamos a tu barrio ¿no?

- Sí, en el Martín a las dos. Avisa al resto, “please”.


¿Por qué en el Martín? Porque mola. ¿Mola? Sí, mola y mucho… enfrente del Retiro, en Menéndez Pelayo, 17.


No me atrevería a decir que el sitio es bonito, pero es auténtico. De los bares de “MadriD” o “Madrí” de toda la vida. De tres generaciones de Martines, desde 1.940. En su momento debió ser viejo, pero ya se ha convertido en un clásico y sobre todo en un icono entre los vecinos y no vecinos del barrio del Retiro.


¿Qué se come y se bebe? Mmm… Fundamentalmente se bebe un botellín (de Mahou) bien fresquito, o una caña, o un vermout de barril, un par de vinos y poco más. Con cada bebida te regalan un aperitivo, "¡de los de toda la vida, oiga!". Una empanadilla, un filetito ruso, una croqueta, etc. También puedes tomar, ya pagando, unas gildas, un pincho de tortilla (casero), una ensaladilla rusa y alguna que otra cosa más…


Martín, Emilio y a veces el resto de la familia, se afanan como posesos en tirar dobles de cerveza y otras bebidas para conseguir servir a la clientela que se acerca sedienta a la barra. No les pidas una sonrisa, no tienen tiempo.


Sé que el querido lector estará pensando: bueno, un sitio clásico sin mucha cosa… ¡Pues no!, ya he dicho que mola.



Grupos de paseantes del parque, se juntan con corredores (o runners), familias con abuelos, padres, hijos y perros, “jóvenes” de 20 a 60, con ropa "trendy" o muy "trendy", y demás animales humanos variopintos de la fauna “Retiriense”.


(Cata y Mateo, clientes habituales)

En realidad, uno se puede encontrar a gente con ropa rota, en la que cada jirón expresa una marca “a la última”. La gente va cómoda, sí, va “casual”, sí, pero no por casualidad, todo está pensado y bien pensado.


Vale, lo mismo todavía no te he convencido de la “gracia” del Martín. Piensa en un día primaveral, otoñal o invernal con solecito. El Bar está situado de forma estratégica para que le dé el sol entre las dos y las cuatro, la hora a la que a los españoles nos gusta salir a la calle para coger un color más tostado que nuestros vecinos europeos. A eso súmale las impresionantes vistas al Parque del Retiro, la mayor joya urbana de Madrid, y bueno, sentirte en pandilla con tus “colegas” de “taitantos”... de verdad, no tiene precio.


Martín es para tomar la primera, quizás la segunda, tercera… porque se está muy a gusto. Lo mismo te pierdes entre botellines, pero lo más seguro es que de allí no salgas comido. Pero no pienses que es un problema, estás en la milla de oro de la gastronomía madrileña, prepárate a disfrutar del barrio y sus bares y restaurantes.


Al final conseguimos quedar toda la pandilla, empezamos a las dos y fuimos de sitio en sitio hasta que nos dieron las tantas, y es que el barrio te da muchísimas opciones de ocio y gastronomía. Muchas de ellas las iremos contando en el BLOG #SigueElRizo, pero eso ya es otra historia.




Agradecimientos: A la familia Martín, mujer e hijos, y a Emilio, su compañero de fatigas.


Nota: No busquéis web, ni Facebook, ni Instagram, ni… ya os dije que era auténtico.


Fotos de #SigueElRizo


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